UN CAMPAMENTO DE MIEDO
Las últimas semanas de julio me he ido de campamento Junior. En el campamento he hecho muchos amigos que los he ido conocido durante los ocho días que hemos estado de convivencia. Todos los días teníamos el mismo horario: despertar, oración, desayuno, servicios, actividad de la mañana, piscina, tiempo libre, comida, tiempo libre, talleres, rincón de equipo, merienda, duchas, cena, actividad noche, oración y cama. Todos los días nos despertaban a las ocho de la mañana con un bafle con música a toda castaña, nos vestíamos, y nos veíamos monitores y niños en el rincón de Dios, que es donde todos los días al acostarse y levantarse rezábamos la oración Junior. Cada día hacíamos servicios media hora y lo que hacíamos eran tareas, limpiar las duchas, los barracones, los exteriores etc. Luego la actividad duraba unas dos horas y cada día eran diferentes. A mí la que más me gusto fue el segundo día “el rally guarro” que lo que hacíamos era que los monitores nos hacían pruebas guarras, por ejemplo, romperte huevos en la cabeza, meterte en una piscina hinchable con colorante, barro, vinagre, tomate y más cosas, meter la cara en un cuenco de nocilla para encontrar con la boca un palillo etc. Y me gusto porque adoro ensuciarme pero lo malo es que solo es u día. También hicimos "rally de agua" que era mojarte mucho en cada prueba. Y luego estaban las actividades de noche que las que más me gustaros fueron la noche de miedo y ¡furor furor!. En la noche de miedo los monitores nos tenían que asustar y como era de noche y no llevábamos linternas y se oyeron muchos Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah. Y en ¡furor furor! nos dividimos chicos y chicas para hacer pruebas de cantar (ganaron las chicas, obvio). Luego el último día nos dieron una camiseta igual a todo el mundo y nos las firmamos todos con todos Sinceramente estos ocho días han sido los mejores en mucho tiempo.
2 comentarios
luciaaaaa -
luz -