Oreos
Cuando era pequeño y tenía más o menos seis años, mi madre compraba galletas oreo recubiertas de chocolate blanco durante el verano. A mí no me gusta el chocolate negro, pero el chocolate blanco un poco sí y por eso se las pedía. Lo que hacía era chupar el chocolate blanco y después las lanzaba a algún árbol o matorral que había por ahí, ya que estaba en mi chalet. Mi madre nunca se percató hasta que hace unos días se lo dije y nos empezamos a reir.
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Felicidad -
Joaco -
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