MI ABUELO VALENTÍN

Nació el 21 de noviembre de 1930 en Fuentelespino de Haro (Cuenca). A los 12 años se fue a los Frailes de Cien Pozuelos (Madrid) y a los 16 años se salió. Después se fue a Madrid a una tienda de comestibles y a la vez taberna. Luego se fue a su pueblo a las viñas de mi casa y a trabajar al campo.

 En 1935 se murió su madre que era la maestra del pueblo. Y se vino a Valencia con su tía, la hermana de su madre. Vino a Valencia en septiembre y se fue en junio porque empezó la guerra civil y aquí en Valencia bombardeaban y su tía no quería que le pasara nada y se lo llevo a su pueblo con su padre "mi bisabuelo"

 Mi abuelo cuando era pequeño, más o menos como nosotros o un poco más pequeño, estaba regando el huerto con un caballo y una noria. Cuando estaba regando se le paró ya no salia agua y fue y le pegó con una vara en el hocico, el caballo se hizo para atrás y se cayó a la noria. Mi abuelo asustado y llorando se fue a su casa y se lo contó a su padre. Su padre que estaba con dos amigos se fueron los cuatro a la huerta a ver que había pasado y los mayores sacaron al caballo de la noria sano y salvo, ni se había muerto y tampoco se había ahogado.

 Más tarde en el año 1951 se fue al servició militar en Figueras, provincia de Gerona, estuvo 18 meses, es decir, año y medio. Al acabar se fue a mi pueblo, dos meses después se fue a Sabadall provincia de Badalona a trabajar y allí estuvo tres años.

 En 1956 volvió al pueblo y se montó un bar en su casa. En 1962 se casó en su pueblo, Fuentelespino de Haro, con Julia López Prieto, mi abuela. Tuvieron tres hijas Montserrat , mi madre, Maria Engracia y Yolanda, las cuales se criaron en el pueblo con ellos.

 Tras 40 años en el bar, en 1995 se jubiló. Después de jubilarse se iban a hacer excursiones por toda España, nos han cuidado a todos los nietos, hasta que a mi abuela le dio un ictus cerebral y a partir de ese momento se tuvieron que ir a vivir con sus hijos, pero a pesar de su enfermedad, en verano, en Navidad, Pascua y fiestas del pueblo seguimos yendo a su casa del pueblo. Y estos son los mejores días que pasamos todos juntos, espero que vivan muchos años todavía para poder seguir disfrutando de ellos.