El río de la muerte
Hace mucho tiempo, exactamente cuando el río Turia se desbordo de su cauce, hubo un miedo total en las calles de Valencia y no porque las calles estaban inundadas sino porque decían que en el río Turia acechaba un monstruo que devoraba a todo el que se acercaba por su territorio (que prácticamente era toda Valencia).
Unos decían que tenía los ojos de demonio, otros que su larga cola estaba repleta de pinchos para asesinar a sus víctimas y algunos pocos (solo tres) decían que era un monstruo de largos y afilados dientes, cuello con cabezas de sus víctimas, patas de dragón y pecho de hierro acorazado.
En lo que estaban todos de acuerdo era que, desde entonces, el río Turia iba a ser “El río de la muerte”.
El monstruo ya había matado a tres hombres y a un niño, pero lo que no sabía el monstruo era que ese niño era amigo de dos valientes chicos que buscaban venganza. Uno se llamaba Tom y el otro se llamaba Nico, era italiano, los dos amigos fueron en busca del monstruo para intentar derrotarle pero...
Al cruzar por la puerta de salida de la casa de Tom unos espectros con cara quemada fueron hacía a ellos gritando y produciendo un dolor de cabeza insoportable. Cuando parecía que estaban acabados apareció un niño con un amuleto en la mano que hizo que los espectros se derritieran en el frío y mojado suelo.
El niño se presentó y dijo que se llamaba Ben y les entregó a cada uno un amuleto hecho de oro pero de distinta forma cada uno. Ben dijo que los amuletos tenían que ser trasportados hacía un templo submarino.
Los tres niños se dirigieron hacia la parte central del río, pero a mitad de camino apareció una niebla misteriosa y terrorífica en la que se dibujaba un esqueleto riéndose con malicia.
Los niños se adentraron en la niebla...
Se escuchaban ruidos espeluznantes y cada diez minutos saltaba del suelo un llama de fuego que podía herir a alguno. La niebla se acababa y cuando iban a salir una llama gigantesca sobresalió del suelo dando paso a una figura roja y con cuernos, El Demonio.
El Demonio les miraba con frialdad. De otra llama apareció un tridente, El Demonio les apuntó con él pero Nico, rápidamente, saco su amuleto con forma de llama y hizo que El Demonio se clavara su propio tridente.
Salieron de la niebla y se encontraron con un problema mayor. El río ahora tenía como unos 300 metros de fondo. Ben dijo: “Es aquí” y los dos chicos preguntaron cómo se iban a tirar por ahí. Ben contestó que se comieran la perla que había en cada amuleto.
Nada mas tirarse el monstruo devoró a Ben dejándoles solos , nadaron y nadaron sin parar mientras el monstruo les perseguía sin piedad.
Encontraron un templo, probablemente el que les dijo Ben y entraron muy rápido, al entrar el monstruo les esperaba y devoro a Tom. Nico intento escapar pero el monstruo le mordió la pierna.
A los tres días el efecto de la perla acabó y Nico murió al lado del amuleto. Al final todos acabaron juntos.
FIN
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