El vendedor de chuches.

Érase una vez un vendedor de chuches que iba de pueblo en pueblo vendiendo chuches un día que estaba en un pueblo fue a una casa de ricos a ofrecerles caramelos, tococ, la puerta, pero no le abrieron, tocó otra vez pero seguían sin abrir hasta que al fin le abrieron, el vendedor amablemente le pedió que le compraran algo, pero no quisieron comprarle nada porque eran malos. El se fue triste porque nunca le habían dicho no al vender chuches. Se fue a su casa porque ya era tarde, eran las 22:00.

Cuando ya era por la mañana decidió ir a seguir vendiendo caramelos, ahora fue a otro pueblo llamado Parelolandia, cuando llegó a aquel pueblo iba de casa en casa vendiendo chuches, cuando terminó de vender las chuches decidió ir a por más a su casa. Se fue a otro pueblo a vender ya que estaba cargado y listo para seguir, ahora se había ido a un pueblo llamado Esponjalandia, empezó a vender y todos le aceptaban pero había una que no, él pensaba que no estaban pero oyó algo y decidió pasar por la puerta de atrás a ver si veia algo pero no había nadie y se fue a su casa.

Al otro día se puso malo y no pudo ir a vender chuches y se enfadó mucho, estuvo una semana enfermo. Cuando se recuperó siguió vendiendo pero ya no vendía chuches, vendía juguetes, cuando iba a pueblos los niños se ilusionaban al ver los juguetes que vendían y se fueron todos a sus casa a pedirle dinero a sus padres y los padres tan buenos que tenían esos niños le dieron 5$ 6$ euros y aquel vendedor tan bueno se convertió en rico.

 

                                   FIN