Vacaciones simplonas
No tengo mucho que decir sobre mis vacaciones, la verdad.
A finales de curso mi padre me dijo que quería que fuese a una escuela de verano, al principio me negué completamente ya que yo prefiero el verano para descansar y no hacer deberes ni nada por el estilo. Mis padres me dijeron que era deportiva y me mostraron el horario, entonces se me fue yendo mi opinión al lado de que sí. A pesar de que nunca di una respuesta clara a mi madre, ella acabó apuntándome. Y buscamos gente para ver si podían acompañarme porque estaba cerca del negocio de mis padres (o sea, lejos de casa). Por lo cual ningún conocido habría.
Al final llegó el día 2 de julio (después de la final de la Eurocopa) y, aparte de hacer mi primer día de escuela, me tuve que ir a sacar sangre, ya que mi doctora quería ver si tenía colesterol o algo por el estilo (no tenía nada).
El horario era de 9 am a 1:30 pm: Los lunes a primera hora Capoeira, luego almuerzo y para acabar deportes al aire libre (relevos, fútbol, béisbol, etc.)
Los martes acrogimnasia, almuerzo, taller de magia (como 2 días no vino el mago, nos fuimos a jugar al Gulliver que está al lado del negocio y de la escuela) y piscina.
Miércoles todo artes marciales (judo, karate y jiu-jitsu) más almuerzo. Este día era especial porque la escuela es de artes marciales, solo se hacía esa escuela en julio, por lo cual nos enseñaron bastante.
Los jueves al principio hacíamos balontiro (igual que en E. Física) y hoyo (es igual que balontiro pero no en equipos, hay uno que paga y a medida va dando a más con la bola, más gente se va con él, hasta que queda solo 1, que es el que paga después), después almuerzo, taller de nutrición deportiva y baile (preparamos durante los jueves del mes la canción para hacerla el 31 en el festival.
Y los viernes a primero hora taller de pilates (nos enseñaron a hacer un buen abdominal), almuerzo y piscina (aquajim y waterpolo).
En el festival hicimos varios deportes, yo elegí Capoeira y step, sin contar el baile que era obligado. Nos lo pasamos genial.
En agosto solo debo destacar un viaje de un día a Chulilla, un pueblo de montaña valenciano, donde vimos el río Túria y nos bañamos, el agua estaba muy fría y limpia. Luego pasamos la tarde en la piscina del pueblo y de tarde-noche nos fuimos.
El resto de agosto he ido al parque, jugado a la Wii y al ordenador, yendo muchas días a la playa (7 u 8). También celebramos el cumple de Diego (solo Diego, Cristian y yo porque todos estaban fuera de Valencia) y, bueno, la rutina de todos los días.
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