Mi experiencia en Marrakech y Fez, grandes ciudades marroquíes
Cogí el avión el 5 de Julio para ir a Marrakech.
Fuimos en Metro hasta el Aeropuerto de Valencia para coger el avión a Casablanca (porque no era un vuelo directo). Tardamos dos horas y media, y cuando llegamos, el vuelo salía muy tarde y después lo anularon y lo pusieron a la 1 de la mañana (las 2 en España). Llegamos al hotel de Marrakech a las 3, el vuelo tardó 20 minutos pero entre que cogimos las maletas y llegábamos al hotel se hizo muy tarde.
En Marrakech vimos la Medina y allí vimos la Plaza Jemâa El-Fna, que es la plaza mas importante de Marrakech, allí hay mucha gente de todo tipo: mujeres que te pintan la mano, encantadores de serpientes, personas con monos, vendedores de agua, vendedores de zumos, puestos de comida, etc... Lo que mas me impresionó al llegar a Marrakech era la cantidad de motos, como se cruzaban las calles, el tipo de gente que hay. Allí hay una gran diferencia con Valencia. También vimos otros monumentos como: las tumbas Saadíes, que son tumbas de los reyes de Marruecos; el Palacio de la Bahía; la Madrasa Ben Yusuf, que allí vimos todas las habitaciones porque era una antigua escuela donde los alumnos vivían allí; y otros monumentos. También estuvimos bastante tiempo en los Zocos, que es como un gran mercado, allí hay productos de todo tipo. A mi lo que me impresionó de los Zocos fue que en los puestos de dulces, como les ponían mucha miel, había muchas abejas, pero parecía que ni a los vendedores ni a los compradores les importaban.
Al cuarto día cogimos un tren que nos llevó a Fez, tardó 7 horas. Se me hizo un poco largo. El paisaje me impresionó porque apenas había árboles, ya que llueve poco. Llegamos al hotel que estaba en la Medina, es un tipo de hotel llamado Riad, que antes era una casa de alguien. La Medina de Fez tiene miles de calles y es fácil perderse. El primer día contratamos a un guía y fuimos a ver por ejemplo: la Madrasa Bou Inania; la mezquita Karaouiyne, aunque nosotros solo la vimos por fuera, solo dejan entrar a musulmanes; el barrio de los Curtidores, allí trabajan la piel, aunque huele muy mal, ya que uno de los elementos para curtir la piel es excremento de paloma. A la entrada nos dieron unas hojas de menta para el olor.
La comida en Marruecos es diferente: todo lleva especias, se come mucho tajine, brochetas y couscous. A mi me gustó mucho el tajine de cordero, al menos el del Riad.
Lo he pasado bien en mi segundo viaje a Marruecos, me he dado cuenta que hay formas de vivir distintas a las nuestras y que he aprendido un poco más de la religión musulmana y de las costumbres de los árabes.
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Diego 6º -
montse -
Diego 6º -
luz -