¡MENUDA ANÉCDOTA!
Cuando estaba en mi chalet con toda mi familia, plantamos un huerto ecológico con mi abuelo, mi padre y yo. En ese huerto plantamos: tomates, pimientos, berenjenas, melones y sandías, de esas que no tienen pepitas. Cuando ya empezaron a salir las hortalizas empezamos a recoger. Al cabo de unos días la sandía empezaba a crecer más y más, nosotros cada día la mirábamos por si crecía algo más. Cuando cayó la noche y todos estaban mirando una pelicula todos muy entretenidos menos yo, fuí al huerto con cautela y la corté con cuidado, sin hacer ruido y la escondi donde nadie la podía encontrar. Al día siguiente mi abuelo y mi padre fueron a mirar la sandía para ver si había crecido más, y fue la sorpresa que miraron y ya no estaba, mi abuelo pensaba que habían entrado a robar los ladrones. Después de dos horitas dije que la habia escondido yo para haceros una sorpresa y para asustarlos. Al final metimos la sandía en la piscina para que se refrescara, y al medio día la abrimos para comernosla, la verdad es que estaba un poco verde aún, y mi abuelo me dijo:
Ahora con un poco de celo la empalmas para que siga madurando.
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Sergi 6º -
luz -