La história incomoda.
Érase una vez dos niños primos que se llamaban Diego y Marcos. Ellos dos tenían una vida normal, vivían con sus padres y no tenían ningún problema.
Un día al lado de su casa abrieron una tienda de colchones y se dieron cuenta de que sus colchones estaban muy duros. Decidieron ir a la tienda y comprarse unos colchones. Cuando llegaron a la tienda, un chico les atendió pero tenía una pinta muy poco convincente.
- No me fío de este chico, tiene una cara muy rara.- dijo Diego.
- Tu tranquilo Diego, solo tenemos que comprar un colchón e irnos.- dijo Marcos.
- Vale está bien, me fío.
Probaron los colchones y se dieron cuenta de que estaban blanditos. Al final, los dos niños compraron unos colchones y se fueron a casa.
Por la noche, como Diego era mayor que Marcos, Marcos se fue a la cama pronto. Pasado un rato, sonaron unos gritos de la habitación de Marcos. Los padres de Marcos y Diego y Diego fueron corriendo a la habitación. ¡Encontraron que el colchón se estaba comiendo a Marcos!
- ¡¡¡¡Marcos, tranquilo te salvaremos!!!!- dijo Diego muy alarmado.
- ¡¡¡Ayudadme, ayudadme!!!- gritó Marcos.
Con mucha ayuda, consiguieron que el colchón no se comiera a Marcos, pero Marcos tenía muchas heridas y el colchón quedó lleno de sangre.
- ¡¡¡¿¿¿Que ha sido eso???!!!- dijo Diego
- No lo se, ¡yo me levanté para hacer pis al baño y se quedó todo el colchón con la marca de mi cuerpo y empezó a dolerme por dentro del corazón y de repente aparecí en el colchón y me intente escapar de sus enormes dientes pero no pude!
- Bueno, tranquilo, intentaremos dormir en otro colchón.- dijo Diego.
A la mañana siguiente le contaron todo lo ocurrido a sus compañeros de clase. Los niños de su clase no se lo creían pero, con las heridas de Marcos, se lo creían un poco.
Al acabar las clases, Marcos y Diego fueron a la tienda de los colchones y le dijeron al que les atendió que su colchón era un colchón asesino.
- ¿Seguro, como te has dado cuenta?- dijo con voz sarcástica.
- Con que tú ya lo sabías eh?…- dijo Diego- ¿y porque lo hiciste?
- Bueno no nos hemos presentado, me llamo Freddy Colchón.
- ¿Si…?- dijo Marcos, dudoso.
- Si, claro, ¿porque no?
- No, si no es por nada…- dijo Marcos por su seguridad.
- ¡NO INTENTES CAMBIAR DE TEMA Y LIARNOS, ASESINO!- dijo Diego, alarmado.
- No grites o te arranco la cabeza.- dijo cogiéndole y poniéndole un cuchillo en el cuello.
- Está bien, déjale en paz.- dijo Marcos.
- Bueno, lo hice porque, yo, antes, era un pobre desgraciado y veía a la gente ahí tan cómoda en sus colchones. Y, ya que la organización que estaba aquí estaba en quiebra, la compré por poco dinero y les puse unas trampas para osos y un dispositivo para que la persona que se había tumbado no pudiera escapar. Para que la gente no estuviera tan comodona en esos colchones…
- Vale, pero no lo vuelvas a hacer. Haces mucho daño a la gente.
- Está bien… - dijo Freddy Colchón.
- Bueno, adiós- dijeron Marcos y Diego a la vez.
- Adiós.- dijo.
Ese día tiraron los colchones y volvieron a su vida normal. Cuando se fueron a dormir se dijeron buenas noches.
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Diego 5º -