Misión antimareo.
Mi padre se mareaba mucho, de pequeño, cuando iban en el coche y vomitaba muchas veces.
Un día que iban de Bilbao a Mave (mi pueblo) mi abuelo Teo se paró con el coche en mitad de un páramo y mi padre´muy astuto, se escapó abriendo la puerta y hecho a correr como ninguno y mi abuelo observaba como el cuerpo de mi padre se iba hacia el horizonte cada vez mas y más y en un momento cuando se paró y mi abuelo gritando le decía: ¡Ven aquí! Luis Mariiiii que vengas.
Pero sus esfuerzos no servían de nada mi padre gritando desde la otra punta:
Que no quiero montar más, que vomito.
Y desde el coche mi abuela y mis tres tíos miraban flipados.
Y a los pocos segundos mi padre estaba misteriosamente en el coche.
FINAL
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luz -