Una historia genial

Erase una vez un niño llamado Carlitos, era muy bueno y sus padres lo trataban muy bien. Un día se fué al colegio solo, en el camino se encontró con unos niños muy malos, uno de ellos le quitó la gorra que tenía y se la rompió, cuando se fueron se la llevaron y la tiraron al contenedor. Carlitos fué corriendo a su casa a contarselo a su madre, después al día siguiente fué con su madre al colegio a hablar con los niños que le habían roto la gorra pero no estaban, cuando salió del colegio su madre y el niño se fueron al parque, como su madre le había llevado la pelota Carlitos jugó con sus amigos al fútbol. Al cabo de unos minutos su madre fué a comprar caramelos para todos, en ese momento pasaron por el parque los niños malos y le quitaron la pelota, Carlitos fué corriendo ha decirselo a su madre pero cuando su madre llegó ya se habían ido. Después de unos días saltaron la balla del colegio de Carlitos y empezaron a jugar con la pelota que le habían robado. Cuando Carlitos cumplió los 12 años, los niños malos tenían 14, a medida que iba pasando el tiempo más cosas le robaban a Carlitos, cuando pasaron 2 años Carlitos se encontro con los niños malos y empezaron a pegarle patadas, un día llego a su casa con toda clase de moratones y montones de desguinces. Después del colegio  decidió ir a tomar clases de kunfú. Al cabo de unos meses aprendió mucho sobre kunfú. Cuando pasaron dos años era cinturon negro, sabía mucho de kunfú. Un día que pasaba su madre por ahí lo vio entrenar, cuando llegó a su casa le hecho la bronca y lo castigó 2 meses sin televisión y sin play, cuando pasaron los dos meses vió que a los niños malos les estaban pegando otros niños más grandes de otro barrio, Carlitos decidió defenderlos, se hicieron amigos y no le volvieron a pegar.

 

                                                          FIN