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l´escola parla

El arte hecho ciudad.

Acabo de regresar de Florencia, una ciudad “meravigliosa”. El miércoles nos levantamos temprano para pedir un taxi que nos llevara al aeropuerto de Manises para subirnos a un avión que nos llevaría a Florencia. Llegamos a las diez de la mañana y hacia muchísimo calor. Cómo íbamos a estar cinco días, el primero nos lo tomamos con calma. Descansamos e inspeccionamos el hotel hasta la hora de comer. En el comedor pedimos que nos sirvieran comida típica y pudimos probar unos entrantes a base de ensalada de tomates con mozzarella, un pescado de la costa y “bistecca alla fiorentina”, un buen filete hecho a la parrilla y condimentado de forma deliciosa. De postre nos sirvieron “cantucci”, pasteles de almendra, con vino dulce. Por la tarde nos fuimos a visitar la Plaza del Duomo, donde está la catedral Santa Maria del Fiore, que por cierto es una de las mejores catedrales del mundo, y estuvimos callejeando por los alrededores hasta irnos al hotel a descansar. Al día siguiente desayunamos y nos fuimos a ver la plaza Michelangelo y los jardines Boboli, que eran preciosos. Después fuimos al hotel a repetir la comida del día anterior. Nos echamos la siesta y visitamos la plaza de la Signoria, donde hay una replica de la escultura del David de Miguel Ángel. Al anochecer fuimos a ver el puente Vecchio, con sus curiosos edificios y tiendas colgantes. Después de pasear por él y observar Florencia de noche cenamos una pizza riquísima en un bar que había por allí. Al día siguiente, fuimos a ver la galería de los Ufitzzi, llena de grandes obras de arte y donde se encuentra el verdadero David de Miguel Ángel. A continuación comimos en un restaurante cercano y por la tarde alquilamos un coche y nos fuimos a Pisa, a ver la famosa torre inclinada (de Pisa). Al final del día nos quedamos un rato en el hotel porque hacían un conciertillo. Al día siguiente volvimos a alquilar el coche y fuimos a Venecia, una ciudad fantástica, ya que esta toda llena de canales y puentes. Después de visitar la catedral de San Marcos y una fábrica de cristal de murano, pudimos dar una paseo en góndola. Al final del día llegamos cansados al hotel y nos fuimos a la cama enseguida. El último día fuimos a ver Siena (a toda pastilla) ya que teníamos que estar en el aeropuerto al mediodía. Nos pareció una ciudad muy bonita. Después de verla salimos corriendo para poder coger nuestro vuelo. El viaje en avión se me hizo corto y lo disfruté mucho. Italia es un país “meraviglioso” lleno de arte. Pudimos hacer muchas fotos para recordar este viaje  siempre.

 

1 comentario

luz -

Sam, como siempre, un buen artículo.